A finales del siglo XV, la antigua Iglesia de San Pedro Apóstol fue mandada a construir por Diego Romero, fundador del «Lugar de la Pizarra», para atender las necesidades de la servidumbre.

Durante el siglo XVII, se construye el actual templo sobre el solar anterior. La primera visita pastoral conocida de un obispo de Málaga, data de 1617 y la actual pila bautismal de mármol blanco, de 1630.

Se le asigna un cura propio en 1652, erigiéndose el templo en Parroquia e independizándose en materia eclesiástica. Hasta esa fecha, permanecía anexo o sufragáneo de la Iglesia Mayor de Álora.

Esta Iglesia es una construcción de una sola nave mudéjar y artístico artesonado. La torre está situada en la cabecera del lado de la Epístola, tiene planta cuadrada y levanta tres cuerpos. Los dos primeros de mampostería y el tercero, de ladrillo.
En 1862, el cuerpo de campanas (el tercer cuerpo) fue agregado gracias a la Compañía del Ferrocarril de Málaga a Córdoba. Se dotó a la Iglesia de una nueva portada de entrada en ese mismo período, trayéndose desde San Sebastián los rosetones y las vidrieras que aún se conservan.
Durante la Guerra de la Independencia y los alborotos de 1931 y 1936, fue saqueada, provocando la desaparición de los enseres, imágenes y ornamentos. En la actualidad, casi todo lo que alberga en su interior fue adquirido a partir de 1939, gracias a la ayuda de los Condes de Puerto Hermoso y del pueblo en general.

Interior del templo

El Baptisterio se cierra con una artística cancela de hierro fundido procedente del Palacio de Puerto Hermoso. Contiene un lienzo de autor anónimo del primer tercio del siglo XVII que representa a San Juan Bautista. Conserva una Pila Bautismal de mármol del año 1617. Aquí recibe culto el Stmo. Cristo Resucitado, obra seriada de los Talleres de Olot (Año 2000).

La antigua Capilla Sacramental, en la cual recibían culto el Stmo. Sacramento y la Virgen de los Dolores, conserva el único retablo realizado en el siglo XVIII, que se salvó del saqueo de 1931. Hoy es lugar de culto de la Imagen de Jesús Nazareno del Dulce Nombre (Peregrín Pérez, Valencia, años 40). Destaca un lienzo de grandes dimensiones que representa a la Piedad (Granada, 1947).

La Virgen del Rosario es una talla ricamente estofada que lleva la firma de su autor (Sebastián Santos Rojas, Sevilla, años 40). Fue la primera advocación mariana que se instituyó en la Parroquia. Su retablo es dorado y de estilo neobarroco con motivos vegetales. Un retablo estilo renacimiento acoge una imagen barroca de San José. Esta imagen, procedente de Écija (Sevilla), fue realizada en el siglo XVIII, al igual que su ráfaga de plata.

El Altar Mayor tiene un retablo de estilo compuesto, en su centro se abre un vano que acoge la Imagen del Sagrado Corazón de Jesús, a cuya advocación se consagró la Parroquia en Junio de 1887. Un lienzo ovalado corona al mismo, representa a San Pedro y es una reproducción de un Ribera. Las imágenes ricamente policromadas de San Pedro y la Inmaculada Concepción (Martínez Aparicio, Valencia, 1952), flaquean el retablo. En 1954, el Sagrario, de bronce, plata dorada y blanca, se costeó por suscripción popular.

Reciben culto en un mismo Altar la Stma. Virgen de los Dolores y Misericordia (anónimo del siglo XIX) y el Stmo. Cristo Yacente de la Paz y la Unidad (Juan Manuel García Palomo, Málaga, 1999). Y dos antiquísimas lámparas de aceite de plata, propiedad de la Cofradía de los Dolores, flaquean este retablo.

Hacemos un alto en el camino ante la bóveda de enterramiento de Don Juan de Figueroa y Silva y su esposa Doña Elvira de Céspedes, padres del primer Marqués de Valdesevilla, fechada en 1680 y con escudo de armas de esta familia.

El Stmo. Cristo del Perdón es considerada la obra culmen de Sebastián Santos Rojas (Sevilla, 1944). Es el máximo exponente del neobarroco andaluz. Esta obra está inspirada en la Imagen del Cristo de la Clemencia de la Catedral de Sevilla. Su retablo ocupa el lugar de la antigua puerta de entrada al edificio y representa la fachada de un templo romano. Se destaca su frontón con un lienzo de ángeles pasionistas.

La imagen de Sta. Teresa del Niño Jesús recibe el culto en un altar de estilo renacimiento y decorado con motivos florales policromados. Esta imagen fue realizada por el valenciano Giner Canets.