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Nueva Corona de María Santísima de los Dolores y Misericordia

En 2022 la Hermandad decidió apostar por crear una corona definitiva y distintiva que viniera a caracterizar a la imagen de María Santísima de los Dolores y Misericordia. Bajo el mencionado objetivo encargó a Salvador Aguilar San Miguel la ejecución de un diseño que fuera determinante. En el mismo se dan citas elementos que, por un lado, vienen a caracterizar los bocetos y planteamientos generales de este diseñador, así como otros que lo hacen sumamente original.

La corona concebida bajo la tipología de corona
imperial resulta ser un ejemplar sumamente interesante no solamente por las dimensiones
que presenta la misma, sino que, también, por la iconografía inscrita en las distintas partes de la pieza. De este modo, el canasto o bonote se configura a partir de un pequeño anillo, directamente tocando la sien de la imagen, que sirve de soporte a dos frisos concéntricos y curvos en los que se entrelazan motivos vegetales, en el primero, y estrías y hojas de acanto en el segundo, llevando a cabo, así, una clara alusión a María como fuente de vida.

Sobre este soporte, y culminando el canasto, se sitúa una pequeña cartela -en cuyo interior se ubica el escudo de la Hermandad- rodeada de más elementos vegetales retorcidos de una forma muy estilizada y coronadas por unas piñas flamígeras. Los imperiales, concebidos como brazos que sirven de unión al canasto con la ráfaga, cuentan con un desarrollo
arquitectónico decorado con, una vez más, motivos vegetales generando una visión de conjunto al contar con los mismos elementos que el canasto. El centro está ocupado por un orbe que, para este caso, se emplea como base a una peana en la que se encuentra
la efigie de la Virgen de la Fuensanta, patrona de la localidad de Pizarra.

La misma se encuentra circundada por un templete,
cuya factura rememora a aquellos conservados en la vecina Antequera, rematado por una corona imperial. La ráfaga, concebida a partir de la sucesión y combinación de rayos lisos con otros flamígeros se alterna con motivos decorativos. Los rayos que cuentan con mayor envergadura son aquellos que se encuentran acabados con estrellas, doce en total y en
clara alusión a la mujer apocalíptica, de ocho puntas. El centro del resplandor está ocupado por una cruz, imaginada a partir de la combinación de amatistas que también aparecen salpicadas por la ráfaga y el canasto, de tal modo que la lectura vertical de esta zona se justifica la intercesión de María, como madre de los cristianos, ante Dios.

Por último, destacar la aparición de guirnaldas de flores que decoran los espacios huecos entre los imperiales y la ráfaga.

Finalmente, y a modo de conclusión, tan solo añadiremos que la ejecución de la pieza concebida por las manos de Salvador Aguilar supondría
un revulsivo en el conjunto patrimonial de María Santísima de los Dolores y Misericordia, por cuanto complementa a la efigie no solo a nivel cualitativo -véase que sería la mejor corona hasta la fecha- sino que, además, al contar con la amplia iconografía
presente en su materialidad, la misma supone un complemento perfecto de María como intercesora, corredentora de la salvación y guía de los cristianos.

A las manos de Salvador Aguilar San Miguel por ejemplo, se deben las ideas que se materializaron en el palio de Nuestra Señora de la Concepción, la corona de procesión de la mencionada Virgen, los
paños de bocinas de la Archicofradía del Huerto (tanto de la sección cristífera como mariana), el último terno estrenado por María Santísima de los
Dolores Coronada o las túnicas de procesión del sevillano cristo de las Penas de San Vicente.

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